Parecen emocionantes, pero tamén difíciles.
Loitar, guerrear, pelexar... alí onde os ventos nos leven.
"Cuando una joven rubia arranque una plegaria de los labios del pecador,
cuando el almendro seco vuelva a florecer y una niña vierta sus lágrimas,
por fin la mansión estará tranquila y la paz volverá a Canterville."